Un poco de historia acerca del Jabón
La leyenda cuenta que el jabón fue descubierto accidentalmente en Roma, en el río Tíber a orillas del Monte Sapo. En dicho monte, se fectuaban diversos sacrificios de animales, y los restos de grasa animal junto con las cenizas de las maderas utilizadas para los fuegos ceremoniales, eran arrastrados por el agua de lluvia hacia el río. Los esclavos notaron sus propiedades para lavar, primero sus manos, y luego las prendas de vestir.
Se dice que fue Galeno el primero en mencionar el jabón para la higiene personal y el lavado de la ropa. También observó que tenía un efecto curativo en enfermedades de la piel. Plinio el viejo (77 aD.C) comenta que los galos hacían el jabón con el sebo de las cabras y la ceniza de haya (potasa), utilizándolo como tinte y ungüento para el pelo.
La fórmula más antigüa data del 2259 a.C, pero fue en el siglo VII en la ciudad italiana de Savona (de ahí su nombre) donde se empezó a elaborar un jabón a base de aceite de oliva, que también se hacía en España y era conocido como "Jabón de Castilla". La industria jabonera floreció en la ciudades costeras del Mediterráneo, por la abundante presencia del aceite de oliva y la sosa natural, procedente de las algas marinas. En el sigo XV aparece también el "Jabón de Marsella", a base de una mezcla de huesos (ricos en potasio) y grasas vegetales. En el siglo XVII su precio era extremadamente caro. Es por ello, que hasta el siglo XIX no se expandió su uso a lo largo de Europa y resto del mundo.
Se dice que fue Galeno el primero en mencionar el jabón para la higiene personal y el lavado de la ropa. También observó que tenía un efecto curativo en enfermedades de la piel. Plinio el viejo (77 aD.C) comenta que los galos hacían el jabón con el sebo de las cabras y la ceniza de haya (potasa), utilizándolo como tinte y ungüento para el pelo.
La fórmula más antigüa data del 2259 a.C, pero fue en el siglo VII en la ciudad italiana de Savona (de ahí su nombre) donde se empezó a elaborar un jabón a base de aceite de oliva, que también se hacía en España y era conocido como "Jabón de Castilla". La industria jabonera floreció en la ciudades costeras del Mediterráneo, por la abundante presencia del aceite de oliva y la sosa natural, procedente de las algas marinas. En el sigo XV aparece también el "Jabón de Marsella", a base de una mezcla de huesos (ricos en potasio) y grasas vegetales. En el siglo XVII su precio era extremadamente caro. Es por ello, que hasta el siglo XIX no se expandió su uso a lo largo de Europa y resto del mundo.
Ingredientes básicos para preparar Jabón
La utilizacion de aceites usados da como resultado un jabón simple y práctico sin rastro de la grasa original, que no está nada mal para el lavado de ropa o utilidades de uso diario. Pero se puede mejorar dándole nuestra personalidad, añadiendo aromas y pudiendo hacerlo en nuestras casas sin ningún problema, sólo tomando unas precauciones básicas.
Saponificación
Se puede definir de forma sencilla, como el proceso que convierte la grasa o aceite, en un jabón limpiador. Esta transformación, no es más que una reacción química muy común y que consiste en:
Acidos Grasos + Solución Alcalina (generalmente sósa cáustica) = Jabón + Glicerina.
La sosa (o otros tipos de alcalis) es imprescindible para que se produzca esta reacción, pero hay que tener en cuenta que por sí sólo es un elemento muy peligroso, cuyo manejo implica tomar una serie de medidas importantes para su manipulación con seguridad.
Tabla básica de valores de Saponificación
- 0,134 Aceite de oliva
- 0,190 Aceite de coco
- 0,141 Aceite de palma
- 0,134 Aceite de girasol
- 0,128 Aceite de ricino
- 0,136 Aceite de almendras
- 0,133 Aceite de aguacate
- 0,135 Aceite de soja
- 0,136 Aceite de maiz
- 0,133 Aceite de sésamo
- 0,069 Aceite de jojoba
- 0,156 Aceite de palmiste
- 0,132 Aceite de germen de trigo
- 0,069 Cera de abeja
- 0,137 Manteca de cacao
- 0,128 Manteca de karité
- 0,190 Aceite de coco
- 0,141 Aceite de palma
- 0,134 Aceite de girasol
- 0,128 Aceite de ricino
- 0,136 Aceite de almendras
- 0,133 Aceite de aguacate
- 0,135 Aceite de soja
- 0,136 Aceite de maiz
- 0,133 Aceite de sésamo
- 0,069 Aceite de jojoba
- 0,156 Aceite de palmiste
- 0,132 Aceite de germen de trigo
- 0,069 Cera de abeja
- 0,137 Manteca de cacao
- 0,128 Manteca de karité
Para saber cuánta sosa se necesita para saponificar una cantidad de una grasa concreta, sólo hay que multiplicar dicha cantidad por el valor correspondiente que aparece en la tabla.
Por ejemplo, para saponificar totalmente 100 gr. de aceite de oliva (en la tabla su parámetro es de 0,134) basta multiplicar 100 x 0,134 = 13,4 gr. de sosa serán necesarios.
En el caso de hacer un jabón con diferentes aceites, habría que buscar la cantidad necesaria de sosa para cada tipo de aceite en concreto, y luego sumarlas todas.
Utensilios necesarios para hacer Jabón
Báscula
Es imprescindible para pesar las proporciones justas. Para preparar cantidades pequeñas (no vamos a preparar jabón para todo el año), será suficiente con una balanza de cocina que pese de gramo en gramo. La mejores son las digitales, pues en el caso de los productos aromáticos, las cantidades serán muy pequeñas y no sirve una balanza que pese de cinco en cinco gramos. Con las digitales se puede pesar el aceite, sosa, agua y esos dos gramos de aceite esencial que le darán tu personalidad al jabón.
Moldes
Se pueden utilizar moldes de todo tipo siempre que sean de plástico, silicona, madera… si se utiliza un molde de plástico rígido, es conveniente forrarlo con papel film o untarlo de aceite, ya que al desmoldarlo se puede romper.
Cuchara
Debe ser de acero inoxidable, pues si fuera de aluminio o madera, la sosa la atacaría; en éste último caso podrían desprenderse fibras o productos químicos que hayan intervenido en el tratamiento de la madera que luego aparecerían en el jabón.
Termómetro
Tiene que ser de cristal y medir entre 0 y 100ºC. Evitar los termómetros que tienen soporte de madera o aluminio; elementos que corroen fácilmente con la sosa. Los mejores y más precisos son los de laboratorio y únicamente tienen la pieza de cristal central de vidrio.
Papel de estraza o vegetal
Se puede emplear para dejar secar el jabón una vez cortado.
Recipientes
Deben ser de cristal, acero inoxidable o esmaltados. Asegurarse sobre todo que no sean de aluminio, pues son atacados por la sosa.
Guantes
Utilizar guantes de goma para la protección de las manos, sobre todo cuando se manipule la sosa cáustica. Las quemaduras de sosa son profundas y cuando uno se da cuenta ha traspasado la piel y ha atacado a la carne que hay debajo. Basta con utilizar los mismos guantes que se utilizan para limpiar la vajilla en el día a día.
Gafas
La sosa es muy peligrosa en contacto con los ojos pues ataca rápidamente la córnea y el difícil de quitar. En caso de salpicadura, el ojo debe lavarse con abundante agua durante varios minutos y acudir al médico. Es mejor utilizar gafas que pueden ser de sol, o comprarse unas de protección de plástico.
Lugar
Conviene que el lugar donde se elabore el jabón se bien ventilado. De modo que acercarse a una ventana o el jardin si el tiempo lo permite.Si se hace dentro de casa y no hay ventana cerca para poder abrirla, ponerse debajo de la campana extractora. La nubecilla tóxica que se forma al reaccionar el agua con la sosa es un poco irritante, y aunque sólo dura unos segundos, conviene ponerse fuera de su alcance. No elaborar el jabón donde haya niños pequeños. Pueden tocar algún producto que les pueda causar cualquier daño. Siguiendo estas pequeñas recomendaciones, no resultará difícil hacer los jabones en casa.
Jabón de Salvia
La salvia se usa en fitoterapia para el lavado de heridas y llagas por sus propiedades antisépticas. La salvia española se ha utilizado para todo tipo de enfermedades: resfriados, dolor de cabeza, gripe, tos, reuma, infecciones bucales, etc. De este jabón se puede resaltar su acción contra la transpiración excesiva. No evita la transpiración normal, sino que actúa cuando se produce de forma excesiva.
Ingredientes para hacer el jabón
- 85 g. de sosa
- 682 g. de aceite de oliva virgen
- 5 g. de aceite esencial de salvia
- 10 g. de cera de abeja
Acción del jabón de Salvia sobre la piel
Tiene un amplio abanico de cualidades, por ejemplo combatir el acné, favorecer las pieles sensibles, mitigar la dermatitis y, por supuesto, ayuda a reducir la transpiración excesiva.
Este jabón va bien para problemas de caspa. Si lo queremos emplear como sustituto del campú, nos irá muy bien si lo vamos alternando con el campú habitual.
Va bien también en personas de tez blanca y piel delicada.
DISUELVE el jabón en agua caliente y añade dos huevos batidos poco a poco para obtener un beneficioso campú para el pelo.
Este jabón va bien para problemas de caspa. Si lo queremos emplear como sustituto del campú, nos irá muy bien si lo vamos alternando con el campú habitual.
Va bien también en personas de tez blanca y piel delicada.
DISUELVE el jabón en agua caliente y añade dos huevos batidos poco a poco para obtener un beneficioso campú para el pelo.
Preparación del jabón (paso a paso)
* Pesar la sosa
* Pesar la cera de abeja.
* Progeter las manos y los ojos con guantes y gafas. Poner en una cazuela de acero (nunca de aluminio, pues la sosa lo corroe), o en recipiente resistente al calor, primero el agua (o infusión fría) y después añadir la sosa poco a poco.
Remover hasta su disolución con cuidado, porque la temperatura no dejará de ascender. Esperar a que el preparado tenga una temperatura de entre 49/60ºC.
* Pesar la cera de abeja.
* Progeter las manos y los ojos con guantes y gafas. Poner en una cazuela de acero (nunca de aluminio, pues la sosa lo corroe), o en recipiente resistente al calor, primero el agua (o infusión fría) y después añadir la sosa poco a poco.
* Añadir la solución de sosa al aceite de oliva poco a poco y remover con precaución de no salpicar. No olvidar mantener las gafas puestas, pues una salpicadura de sosa diluída podría ser peligrosa.
* Una manera de reducir considerablemente el tiempo del cuajado del jabón, es empleando una batidora. Utilizar con precaución sin levantar el brazo de la batidora del fondo de la cazuela y a una velocidad lenta para que no se forme espuma.
* Una vez cuajado el jabón, es el momento de añadir los aceites esenciales y el resto de aditivos, plantas, manteca de cacao, (la cera de abeja no incluir aquí), arcilla, etc. Para conseguir el efecto deseado. Estos ingredientes son los que diferencian un jabón de otro y le dan la personalidad deseada.
* Remover con la cuchara, no con batidora, durante un minuto, para dar por terminado el proceso de elaboración.
* Verter la mezcla del jabón en un molde engrasado previamente con un poco de aceite o con un papel de estraza para evitar que se pegue a las paredes del recipiente.
* Desmoldar y cortar las piezas al gusto.
* Dejarlo secar ya cortado durante 1 mes, y darle la vuelta cada cierto tiempo para que se seque uniformemente, procurando que el lugar de la casa no sea demasiado húmedo ni caliente.
* Una vez terminado el tiempo de secado, es aconsejable dejar el jabón metido en una caja de madera o cartón dentro de un armario.
* El jabón así preparado se conservará durante años. Si vemos que se seca demasiado, no importa, pues al mojarlo, se rehidrata.
* No dejar el jabón en una jabonera que no sea de rejilla, pues se acaba reblandeciendo y parte de él se derrite en el agua del recipiente.
2 comentarios:
Muchas gracias al blog porque he podido conseguir un dispensador de jabon y así lograr tener un excelente cuidado y limpieza.
Muchas gracias.la primera vez que leo una receta con cada detalle escrito.agradezco el esfuerzo me encanto
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