- 700 g. de patatas aprox.
- 1 cebolla
- 6 u 8 huevos (a ser posible orgánicos)
- 300 g. de pescado que nos haya quedado. Cn este caso eran bocartes( anchoas).
- Sal
Preparación
- Cortar las patatas en trocitos más bien pequeños y finos.
- Cortar la cebolla también en trocitos pequeños.
- Echar la sal y freir en abundante aceite de oliva a fuego no demasiado alto. La tortilla debe freírse lentamente y removiendo de continuo las patatas para que al tiempo que se fríen, se vayan deshaciendo ligeramente.
- Batir los huevos ligeramente (para la tortilla no deben batirse demasiado). Simplemente que se rompan y se mezcle la clara y la yema un poco.
- Limpiar bien el pescado de espinas, y desmenuzarlo.
- Cuando las patatas ya estén bien fritas y blanditas, ir sacándolas al recipiente de los huevos con una espumadera para que escurran bien todo el aceite, o poner sobre un colador para quitarles dicho aceite.
- Mezclar bien las patatas con el huevo y agregar el pescado que teníamos preparado.
- En la misma sartén de freir las patatas, echar un poco de aceite del que habíamos colado, calentar bien, y echar la mezcla de patata y huevo.
- Revolver con el aceite, con el objeto de que se cuaje un poco, y dejar ya sin mover, para que adquiera la forma redonda.
- Cuando veamos que está casi cuajada por un lado, poner un plato, o tapa especial para voltear tortillas, y darle la vuelta.
- Echar de nuevo otro poco de aceite en la sartén. Esperar a que se caliente bien, y echar con cuidado la tortilla por el lado que no estaba cuajada.
- Cuando veamos que ya está cuajada también por el otro lado, sacar al plato donde se vaya a servir.
- El punto de cuajado de las tortillas, depende del gusto de cada uno. En nuestra casa la preferimos bien jugosa, pero en este caso hay que tener una gran certeza de que los huevos son muy frescos, por los problemas de salmonelosis que se pudieran ocasionar, sobre todo en tiempo de calor.
- Si se tienen dudas, mejor dejarla bien cuajada.
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