- 500 ml. de leche
- 50 g. de maicena
- 100 g. de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 3 huevos
- una pizca de sal
- 400 g. de harina
- 150 g. de azúcar
- una pizca de sal
- ralladura de 1 limón
- 2 huevos
- 120 g. de mantequilla fría
- azúcar glas para espolvorear
- 500 g. de fresas
- hojas de menta frescas
- Poner todos los ingredientes en el vaso y programar: 7m. - V. 4 - 90º
- Sacar a un recipiente, cubrir con papel film en contacto directo con la crema para que no se forme costra, y reservar en el frigorífico.
- Poner en un bol la harina, azúcar y sal y mezclar todos los ingredientes.
- Añadir los huevos, ralladura de limón y la mantequilla en dados bien fría.
- Integrar la mantequilla con la harina con las yemas de los dedos, hasta obtener una textura similar a las migas de pan.
- Cuando la mezcla del crumble esté preparada, disponer la mitad de la masa en un molde desmontable, aplastar con las manos para formar la base levantando los bordes sobre las paredes del molde.
- Verter la crema pastelera y sobre ella, disponer las fresas lavadas y cortadas en trozos, dejando alguna entera para adornar.
- Tapar con el resto de la masa sin necesidad de presionar. La característica del crumble es que quede agrietado con el aspecto de migas.
- Meter en horno precalentado a 170º durante 30 minutos, o hasta ver que tiene un aspecto dorado.
- Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.
- Una vez fría, espolvorear con azúcar glas, adornar con fresas y hojas de menta frescas.
Magnífica receta, la combinación de esos tres sabores a mi siempre me ha encantado
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