A quien le guste el buen pan, y disfrute con su elaboración,
sabe que la "magia" está en el tiempo...
Es incompatible la prisa y la calidad, por lo que si amasamos con el sistema de la autólisis,
dándole a la masa plegados y amasados con sus descansos correspondientes
y dejamos fermentar en el frigorífico las horas necesarias,
podremos disfrutar de un pan digno de las mejores tahonas.
- 350 g. de agua
- 3 g. de levadura
- 10 g. de sal
- Disolver la levadura en el agua un poco templada, y añadir a la harina.
- Mezclar con una cuchara de madera (o con las manos) hasta lograr que todos los ingredientes queden bien integrados.
- Sin ningún tipo de amasado, tapar el recipiente y dejar reposar unos 20/30 minutos.
- Pasado este tiempo, humedecer las manos con un poco de agua, y dar a la masa cuatro pliegues (como si fuera un sobre).
- Repetir estos plegados 2 ó 3 veces más, o hasta que la masa quede suave y brillante.
- Volcar la masa sobre la mesa de trabajo bien enharinada y con cuidado para desgasificar lo menos posible.
- Dejar levar tapadas con un paño.
- Espolvorear cada barra con abundante harina.
- Hacer unos cortes en V con una tijera a 30º respecto a la barra y a unos 3/4 de la profundidad de la masa.
- Desplazar los trozos de masa cortados hacia los lados de forma alterna, para dar la forma característica de la espiga.
- Dejar levar tapadas con un paño.
- Calentar el horno a 250º con una bandeja en la base para crear vapor.
- Cuando el pan haya levado, meter en el horno y bajar la temperatura a 220º.
- Verter un vaso de agua bien fría (o cubitos de hielo) en la bandeja que se había metido en la base para crear vapor.
- Pasados 5 minutos, sacar la bandeja del agua.
- Hornear unos 20 minutos, o hasta ver que ya tienen un bonito color dorado.
- Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla metálica.
- Untados con aceite, tomate natural y jamón.... un manjar :-)
- Espolvorear cada barra con abundante harina.
- Hacer unos cortes en V con una tijera a 30º respecto a la barra y a unos 3/4 de la profundidad de la masa.
- Desplazar los trozos de masa cortados hacia los lados de forma alterna, para dar la forma característica de la espiga.
- Dejar levar tapadas con un paño.
- Calentar el horno a 250º con una bandeja en la base para crear vapor.
- Cuando el pan haya levado, meter en el horno y bajar la temperatura a 220º.
- Verter un vaso de agua bien fría (o cubitos de hielo) en la bandeja que se había metido en la base para crear vapor.
- Pasados 5 minutos, sacar la bandeja del agua.
- Hornear unos 20 minutos, o hasta ver que ya tienen un bonito color dorado.
- Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla metálica.
- Untados con aceite, tomate natural y jamón.... un manjar :-)
2 comentarios:
espectacular cómo te ha quedado y lo bien que has explicado todo. Me encanta
Hola Nieves! Estoy de vuelta en el blog y te he venido a ver! Veo que tu sigues siempre aquí y no sabes la alegría que me da. Este pan es de otro planeta!!!
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