La congelación nos facilita mucho la labor en la cocina. Yo suelo congelar casi todo tipo de alimentos. En este caso os dejo la forma de cómo congelar hortalizas, ya preparadas y listas para echar en la cazuela con el consiguiente ahorro de tiempo, pues el picar tantos ingredientes alarga considerablemente la elaboración de cualquier plato.
En este caso pongo el ejemplo de cebollas y pimientos, pero es extensivo a ajos, zanahorias, perejil, puerros, ralladura de limón o naranja, etc.
Si se tiene un robot de cocina que pique, tal como la Thermomix, el trabajo también será mucho menor.
En este caso pongo el ejemplo de cebollas y pimientos, pero es extensivo a ajos, zanahorias, perejil, puerros, ralladura de limón o naranja, etc.
Si se tiene un robot de cocina que pique, tal como la Thermomix, el trabajo también será mucho menor.
Procedimiento
- Dedicar un día a picar unos cuantos kilos de las hortalizas que más utilicéis.
- Meter en bolsas de congelación, colocando el ingrediente picado todo lo extendido y aplastado posible, pues si se meten en un bloque, el jugo que sueltan las hortalizas hará imposible su posterior manejo.
- Meter los paquetes en el congelador bien extendidos y se formará un bloque.
- Una vez congelado, se saca y se golpea con algún instrumento (yo tengo un martillito para estos menesteres) hasta lograr que queden bien desmenuzados.
- A la hora de cocinar, simplemente es echar las hortalizas directamente congeladas en el aceite caliente, y aunque queden bloques no demasiado pequeños, no importa pues con el calor en unos segundos veremos las hortalizas picaditas y en perfecto estado para su preparación.
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