Quizás la receta básica y tradicional de las magdalenas sea la que se elabora con aceite de oliva. También se utiliza la mantequilla con resultados excelentes
en lo que a sabor se refiere, pero si tengo que elegir, pensando en la salud,
sin duda, me inclino por el aceite de oliva.
Se puede utilizar aceite de oliva de sabor suave, o aceite de girasol para que el sabor del aceite
no aparezca en la magdalena, pero si se desea un sabor intenso y delicioso,
hay que elaborarlas con aceite de oliva virgen extra.
El éxito de la magdalena para que sea un bocado exquisito, está en utilizar ingredientes de primera calidad: buen aceite, huevos camperos, buena harina... todo cuenta.
El misterio del "copete" reside en enfriar la masa en el frigorífico durante una hora,
y hornear a alta temperatura.
El impacto de la masa fría al entrar en contacto con el calor,
hace que la masa suba y rompa formando el perseguido copete. Otro de los "secretos" para lograr una magdalena perfecta, está en el amasado:
Hay que batir muy bien los huevos con el azúcar, metiendo mucho aire en la masa para lograr que crezca
hasta tres veces su tamaño.
Esto es un tanto pesado, por lo que es muy útil emplear un robot de cocina.
Después de tener los huevos bien batidos, el resto de ingredientes se irán adicionando poco a poco y removiendo con movimientos suaves para evitar que baje el volumen logrado.
Y por último, es indispensable meter las càpsulas de las magdalenas dentro de moldes de aluminio
para evitar que el peso de la masa se expanda hacia los lados, en vez de crecer hacia arriba.
Ingredientesy hornear a alta temperatura.
El impacto de la masa fría al entrar en contacto con el calor,
hace que la masa suba y rompa formando el perseguido copete. Otro de los "secretos" para lograr una magdalena perfecta, está en el amasado:
Hay que batir muy bien los huevos con el azúcar, metiendo mucho aire en la masa para lograr que crezca
hasta tres veces su tamaño.
Esto es un tanto pesado, por lo que es muy útil emplear un robot de cocina.
Después de tener los huevos bien batidos, el resto de ingredientes se irán adicionando poco a poco y removiendo con movimientos suaves para evitar que baje el volumen logrado.
Y por último, es indispensable meter las càpsulas de las magdalenas dentro de moldes de aluminio
para evitar que el peso de la masa se expanda hacia los lados, en vez de crecer hacia arriba.
- 4 huevos (250 g.)
- 250 g. de azúcar
- ralladura de limón
- 250 g. de aceite de oliva virgen extra
- 100 g. de leche
- 350 g. de harina
- 16 g. de levadura química
- una pizca de sal
- azúcar perlado (o normal) para espolvorear
Preparación
- Batir los huevos con el azúcar y ralladura de limón hasta que blanqueen y que casi tripliquen su volumen.
- Verter el aceite y la leche poco a poco y mezclar.
- Tamizar la harina con la levadura y la sal e incorporar a la mezcla anterior en dos o tres veces, removiendo suavemente para evitar que baje el volumen de los huevos (mejor con una espátula).
- Meter la mezcla en el frigorífico al menos una hora.
- Disponer las cápsulas de las magdalenas en un recipiente de metal y rellanar hasta las 3/4 partes de su capacidad.
- Espolvorear con el azúcar perlado, o azúcar normal para crear una costra crujiente.
- Meter en horno precalentado a 200º unos 15 minutos, o hasta que al pinchar en el centro se vea que están cocidas (no cocer en exceso para que queden bien jugosas).
- Sacar del horno y del recipiente metálico, y dejar enfriar sobre una rejilla.
- Una vez frías, conservar en un recipiente metálico bien tapadas.
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