Ingredientes
- 500 g. de harina de fuerza
- 300 g. de agua
- 10 g. de levadura fresca o 3,5 g. de levadura seca de panadero
- 10 g. de sal
Preparación
- Poner en un bol amplio la harina y hacer un hueco en el centro.
- Disolver la levadura en el agua y verter en el hueco de la harina.
- Añadir la sal.
- Mezclar con una cuchara de madera hasta que se integren todos los ingredientes.
- Sacar la masa a la mesa de trabajo y untar ésta con un poco de aceite para que no se pegue. Si la masa estuviera demasiado pegajosa, se puede añadir un poco de harina, de lo contrario, mejor no utilizar más harina para obtener panes con migas esponjosas.
- Amasar el tiempo suficiente hasta obtener una masa suave y elástica.
- Meter la masa en un recipiente untado con un poco de aceite y dejar tapado durante 1 hora o hasta que duplique su volumen (dependerá del calor de la cocina).
- Una vez que la masa haya duplicado su volumen, sacar del recipiente y cortar en 4 ó 5 porciones iguales.
- Dar al pan la forma deseada (barras, panecillos, etc).
- Tapar los panes con un paño de cocina y dejar levar hasta que casi dupliquen su tamaño.
- Espolvorear el pan con harina y dar unos cortes a la masa con un cuchillo bien afilado.
- Meter en horno precalentado a 220º con una bandeja refractaria en la base a la que se le añadirá agua fría en el momento de meter el pan, para que se forme vapor.
- Cocer el pan con vapor durante 10 minutos, y pasados éstos, sacar la bandeja del agua.
- Cocer unos 20 minutos más (dependiendo del tamaño de los panes, pues si son pequeños necesitan menos tiempo que si son barras más grandes).
- Si se ve que se doran demasiado antes de tiempo, bajar la temperatura del horno a 200º.
- Cuando los panes estén dorados y al golpearlos en la base ésta suene a hueco, será el momento de sacarlos del horno y dejar sobre una rejilla metálica para que se enfríen totalmente.
