TORTILLA DE PATATAS

Ingredientes

- 800 g. de patatas
- 1 cebolla
- 8 huevos
- sal
- Aceite de oliva

Preparación

- Pelar y picar las patatas en trocitos más bien pequeños y finos.

- Picar la cebolla en trocitos muy finos.

- Echar en una sartén abundante aceite de oliva y poner a calentar.

- Cuando el aceite esté bien caliente, echar las patatas junto con la cebolla y la sal precisa.

- Bajar la temperatura del fuego e ir friéndolas a fuego medio y revolviendo frecuentemente.

- La fritura de la patata para tortilla, es una fritura que requiere su tiempo. Debe freirse lentamente, como confitada, para que quede muy suave y blandita.

- Cuando veamos que empieza a estar cocida, a la vez que se revuelve con el tenedor, se va machacando un poco la patata, para conseguir esa textura tierna, suave y un poco apelmazada.

- Mientras las patatas se van friendo, batir los huevos (no demasiado, simplemente que se rompan las yemas, y se mezclen un poco con las claras).

- Una vez que las las patatas estén bien fritas o “pochadas”, se van sacando de la sartén con una espumadera, y recudiendo bien del aceite, y se van echando en la mezcla de los huevos batidos. Mezclar bien todo el conjunto.

- Dejar en la sartén un poquito de aceite (muy poco) y calentar bien.

- Echar la mezcla de la patata con el huevo batido, y dejar que se cuaje por debajo.

- Cuando veamos que la parte de abajo está bien cuajada, darle la vuelta con una tapadera especial para voltear tortillas, o poniendo un plato sobre la sartén, y dándole la vuelta a ésta hasta que la tortilla nos quede en el plato.

- Echar otro poquito de aceite en la sartén, y calentarlo bien.

- Echar de nuevo la tortilla, con la parte que queda por cuajar hacia abajo.

- Dependiendo de los gustos, dejar más o menos tiempo para que quede bien pasada, o más bien jugosa. (Yo la suelo dejar jugosa, pero hay que tener cuidado y estar muy seguros de que los huevos son muy frescos, para evitar un posible problema de salmonelosis).

- Sacar a un plato, y servir.

- Lo ideal es comerla bien caliente, pero hay a quién le gusta, incluso más, cuando está fría.