Si queréis disfrutar de un pan de categoría, no dejéis de probar a hacerlo con masa madre.
Se necesita más tiempo hasta la fase del horneado,
porque este tipo de levadura natural precisa de periodos largos
para la fermentación, pero organizándose bien, todo el "trabajo" lo hace la masa solita.
Se puede amasar por la noche y meterla en el frigorífico hasta la mañana siguiente,
en que aparecerá una masa levada y espectacular.
En ese momento, se forman los panes y se dejan a temperatura ambiente hasta que doblen su volumen.
Esto puede necesitar un par de horas en invierno (depende de la temperatura de nuestras cocinas),
pero en el verano en una hora la masa estará para lista para hornear.
pero en el verano en una hora la masa estará para lista para hornear.
El problema de la masa madre (el tiempo)
frente al "regalo" que nos ofrece, merece la espera.
Los panes resultantes duran más tiempo en perfectas condiciones, y su consistencia, sabor y aroma, no son comparables con ningún otro tipo de pan.
Animaros, es cuestión de familiarizarse con la masa madre.
Ingredientes
- 500 g. de harina de fuerza
- 200 g. de masa madre
- 350 ml. de agua
- 10 g. de sal
- 100 g. de semillas de calabaza, girasol y piñones
- un poco de aceite
Preparación con Thermomix
- Poner en el vaso todos los ingredientes, menos las semillas, y mezclar unos segundos en V. 4. Seguidamente, amasar 3 m. en V. Espiga.
- Sacar la masa del vaso sobre la mesa de trabajo, untada con un poco de aceite. Añadir las semillas (reservar unas pocas) y amasar hasta que se hayan repartido homogéneamente por la masa.
- Doblar en 4 partes, y a continuación, bolear para darle forma redondeada.
- Meter en un bol untado de aceite. Tapar con papel film o un paño de cocina húmedo, y dejar levar hasta que doble su volumen.
- Una vez que la masa haya levado, sacar de nuevo sobre la mesa de trabajo untada de aceite, desgasificar levemente y darle la forma que se desee: barras, hogaza, etc.
- Meter en un banetton o colocar sobre una tela de lino, espolvoreada con abundante harina, haciendo unos pliegues en la tela a modo de pared para que la masa no pierda la forma, ya que es una masa bastante hidratada.
- Tapar de nuevo y dejar que doble su tamaño.
- Cuando la masa haya levado, pulverizar con agua y esparcir sobre ella la mezcla de semillas reservadas.
- Meter en horno precalentado a 250º durante 10 minutos y durante ese tiempo, pulverizar agua fría sobre las paredes del horno, para producir vapor. Hacer ésto 3 ó 4 veces.
- Bajar la temperatura a 200º y continuar la cocción 30 minutos más, o hasta ver que ya tiene la corteza dorada, y al golpear en la base, ésta suena a hueco.
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