Ingredientes
- 750 g. de harina de fuerza Harimsa
- 375 g. de manteca de cerdo ibérica
- 375 g. de azúcar glass
- 26 g. de cacao en polvo sin azúcar
Preparación
- Poner la harina en la bandeja del horno bien extendida para "secarla" y meter en horno precalentado a 140º unos 45 minutos, removiendo de vez en cuando para que se seque por igual.
- Sacar del horno y dejar enfriar, y una vez fría, puesto que en el proceso del secado queda con bastentes grumos, yo procedo a tamizarla.
- Juntar la harina con el azúcar y el cacao y mezclar bien para que los tres ingredientes queden bien integrados.
- Añadir la manteca de cerdo a temperatura ambiente para que sea más fácil el amasado y proceder a amasar hasta que todos los ingredientes queden bien amalgamados.
- Puesto que esta masa no es muy manejable y no se "deja" estirar facilmente, lo más práctico es ir cogiendo pequeñas porciones de masa para extenderla, y con la ayuda del rodillo o las manos, juntar y aplastar la masa hasta darle un grosor de 1 ó 2 cm.
- Cortar con un cortapastas redondo y colocar en la bandeja del horno sobre silpat o papel vegetal, ayudándose con un cuchillo de hoja ancha, para despegarlos de la mesa de trabajo.
- Meter en horno precalentado a 180º (si es con aire) y hornear unos 15/20 minutos. Es importante estar atentos a la cocción, pues dependiendo de los hornos pueden tardar más o menos y no conviene cocerlos en exceso para que no resulten resecos.
- Sacar aunque al tocar se vea que aún están blandos, ya que irán endureciendo según se vayan enfriando.
- Esperar y no quitarlos de la bandeja del horno hasta que se hayan endurecido, pues de lo contrario se desmoronarán y una vez que se puedan manejar, sacar sobre una rejilla para que se enfrien del todo.
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